Seamos hídricamente responsables
En Perú, cada vez son más las empresas que priorizan la gestión eficiente el agua que consumen y buscan constantemente optimizar el uso del recurso hídrico en cada uno de sus procesos productivos, además de contribuir a la difusión de buenas prácticas entre sus trabajadores y la comunidad.
Este compromiso establecido por las entidades tiene como principal objetivo la reducción de la Huella Hídrica, es decir, que las empresas e instituciones midan cuánta agua consumen en la producción de bienes y/o servicios, y asuman una gestión efectiva, tomando en cuenta que es un recurso que, con el paso del tiempo, será escaso.
Es importante que en una coyuntura como la nuestra, siendo un país vulnerable al cambio climático, el Estado, la sociedad civil y el sector empresarial asumamos un rol protagónico en la tarea por la preservación y el consumo responsable del agua.
Hoy en día, las empresas consideran que ser Hídricamente Responsable genera un impacto medioambiental favorable, por ello orientan su gestión, íntegramente, a la reducción de la Huella Hídrica, generando ahorro constante de miles de litros de agua.
Hablando en términos comerciales ¿Es relevante ser Hídricamente Responsable? Pues hoy la Autoridad Nacional del Agua (ANA) otorga a las empresas certificadas algunos beneficios como:
- Fortalece la imagen de la empresa ante los clientes y proveedores
- Incrementa la competitividad ante el Estado en procesos de compras o licitaciones públicas (Resolución N° 063-2018-OSCE/PRE)
- Reduce costos operativos por consumo de agua
- Refuerza la sostenibilidad en el negocio
- Afianza las relaciones con comunidades vecinas, y otros.
Debemos ser conscientes que mientras mayor sea el número de empresas que asuman este compromiso, mayor será la oportunidad de generar un impacto favorable en el medio ambiente. No se trata de ser únicamente una empresa certificada, se trata de convertirse en un ente generador de cambio, desarrollando proyectos sostenibles que favorezcan la preservación de nuestro recurso hídrico.
¿Podríamos quedarnos sin agua?
Se ha preguntado alguna vez ¿Qué sucedería si nos quedamos sin agua? Para muchas personas puede ser un cuestionamiento sin sentido, para otras puede ser alarmista y generador de más preguntas como ¿Esto sucederá en algún momento? Pues es muy probable que sí y Lima podría estar convirtiéndose, poco a poco, en una de las primeras grandes ciudades del mundo en quedarse sin agua potable, siguiendo los pasos de Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
Definitivamente estamos frente a uno de los grandes desafíos a los que hoy debemos enfrentarnos: “La escasez del agua”. La ciudad capital es abastecida de agua por los ríos: Rímac, Chillón y Lurín, los que conforman la cuenca de Chillón-Rímac-Lurín, cubriendo las necesidades de aproximadamente 10 millones de personas.
Según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona consume 100 litros de agua por día para satisfacer las necesidades de aseo y alimentación. Según la empresa de agua de Lima SEDAPAL, el ciudadano promedio consume 163 litros de agua diarios. En distritos como San Isidro, sin embargo, el consumo promedio es de 477 litros por persona, más de un 400% que lo aconsejado por el organismo internacional.
Hoy en día, los habitantes de Ciudad del Cabo cuentan con un innovador sistema de información que les permite conocer de forma periódica la cantidad de agua almacenada en las represas, promoviendo así un consumo responsable de agua por parte de la población. Una medida acertada que busca revertir, en cierta medida el problema de escasez por la que atraviesan.
Las recientes iniciativas de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para instalar sistemas similares de monitoreo en nuestra principal fuente de abastecimiento de agua, el río Rímac, significan un paso importante. Se espera lograr un impacto similar, y que la ciudadanía sea consciente de la importancia necesaria de la medición y reducción de su Huella Hídrica.
Para ahorrar agua se han diseñado diversos artefactos que hacen posible un uso eficiente del recurso, pero en verdad ¿estamos preparados como sociedad para asumir un rol protagónico como principales actores de una reversión de la escasez de agua? Esta es una invitación a las empresas para liderar proyectos que tengan como principal objetivo la preservación del agua. Algunas ya asumieron el reto y hoy son entidades hídricamente responsables.